lunes, 23 de julio de 2012

Por fín estáis juntos.

Hola abuelo, sé que nunca te he hablado, y nunca te he escrito. No me acuerdo de tí, ni de cosas que hayamos vivido, pero sé que aún así, sabes quien soy, y me quieres como has querido a cualquiera que lleve tu sangre.
Abuelo, te escribo para decirte, que la abuela se fue, si, aquella persona con la que compartistes tu vida durante tantos años, se ha ido de mi lado, para volver al tuyo. No voy a decirte que porque te la llevastes, ni nada de eso, solamente deseo pedirte, que la cuides, que la guíes, y que le enseñes que no debe tener miedo de estar allí contigo, que es un sitio normal, y que toda persona pasa por eso. Y también quiero, que estéis siempre conmigo, y que no me juzguéis.
 No quiero que os olvidéis, de que os quiero a los dos, y que aún no me he acostumbrado a la ausencia de tu querida manuela, que aún espero sus llamadas todos los jueves por la noche, que hecho de menos su voz, que esperé su llamada aquel 11 de julio para decirme felicidades y que ya estaba hecha toda una mujer. Porque me muerdo la lengua para no preguntarle incoscientemente a mi padre que como está, y que si ha hablado con ella, porque todavía no me he acostumbrado a que ya no esté.
Porque abuelo, yo ya la tuve un tiempo, y ahora te toca a tí otro más, pero por favor, cuídamela.

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